...Y es que hay momentos en nuestras vidas en que con palabras nos cuesta definir una situación...Conviene cambiar de tema...







“No es como tú quieres…”



Pero cuando el bajaba su mirada y su rostro…Volvía a presenciar ese extraño fenómeno.
…Era como andar por lóbregos pasillos  o por los llanos inmensos de mucha inmensidad…
Es algo que con palabras sencillas me cuesta mucho describir…
Como cuando subir a una montaña quieres, pero que sabes que es muy peligroso y su resultado puede ser oneroso.
No sabría explicártelo de otra forma.
A lo mejor mas tarde, algo saldrá…y de esa forma podré expresar con mejores palabras lo que percibieron mis sentidos.
- …Bueno, es comprensible.
No obstante es bueno hacer un alto y cambiar de tema  -ya que por los momentos, así lo determina esta acción-  y me gustaría pasar a relatarte mi encuentro con nuestra común amiga…Desiree.
- ¿Y qué le pasa…?
- Es que ella está pasando por una situación   -aunque distinta, pero no por ello, menos importante-  que realmente es altamente preocupante.
Y paso en seguida a exponerte ese caso…
Pero para ello, voy a utilizar el mismo tipo de ejercicio literario que tú empleaste.
Trataré de ser tan fiel y exacta  como lo eres tú. Aunque es posible que falle en mi encomienda.
- Estoy seguro ¡que me superaras y con creces!
- Desiree me llamó en días pasados y fui hasta su casa.
Como sabrás ella está casada, con una persona que es del aprecio mutuo.
Él es una buena persona, pero…
- ¿…Pero…Quééé?
- El caso es que por “cosas del destino” ella encontró su celular…
Digamos: Mal puesto.
¡Y lo tomó! Y comenzó a “revisarlo, a chequearlo” como quién quiere y no quiere…
- ¡Ah caramba! ¿Y entonces…?
- Mensaje por mensaje comenzó a leerlos. Y encontró uno que…
¡Bueno te lo voy a contar!
…Ese mensajito en cuestión decía:
“Mi Amor, tal como te lo dije cuando hablamos, hoy te lo estoy ratificando en este mensaje…Seré tuya cuando tú así te dignes…”
- Ay mi madre… - Se me escapó decirle. Pero ya para ese entonces  encontré a mi interlocutora un tanto rabiosa  -entiendo que le duela, ya que son familias y que además hay hijos de por medio-  y producto a mi exhalación me miró de frente y en tono muy grave me sentenció como “masticando palabra por palabra”
- ¿…Qué…Ya lo sabías…?
- ¿…Qué “saber yo”…De qué…?  
¡Por supuesto que no!

- ¿Ya te lo contó José…? – El mencionado es el esposo de Desiree y ciertamente somos amigos, pero que en verdad no sabía que estaban pasando por esas cosas…


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