...Apariciones...







“Apariciones…”


Presencias  extrañas  y  no  encajan  con  el  medio…


- Estamos en una emergencia de una clínica muy concurrida y hemos acudido allí por razones netamente familiares.
Me encuentro con los miembros de mi familia y estamos haciendo acto de presencia por un familiar enfermo, en esta ocasión una niña de apenas cuatro meses que presenta un cuadro de infección urinaria.
Pero lo que me ha llamado poderosamente la atención es la presencia de un señor de aproximadamente…Unos sesenta años.
Es delgado. Viste un pantalón oscuro.
Una camisa muy descolorida. Su perfil es muy gris…Misterioso y no habla con nadie.  Se aparta de todos y no quiere relacionarse con nadie…Pero permanece en medio de los familiares…
- ¿Qué hará en medio de esa gente llorosa?
¿…Será Mefistófeles…? ¿Qué hará allí…?
Y el primero en percatarse es mi primo José, ya que me encontraba absorto en lo de la niñita familiar mío, cuando asombrado me llegó de una forma muy misteriosa y diciéndome…
- ¿Fíjate, fíjate en ese viejo…? – Y me señaló al ya mencionado señor- ¡Es pavoso!
Accedí a mirarlo por la férrea insistencia de este primo. Y no me dio ninguna “nota” es mas hasta me pareció como un “adorno” de utilería.
Se mimetizaba a la perfección.
Su mirada era inexpresiva. Y en realidad estaba en la mitad de todo. Aunque a decir verdad, no lo vi interesado en nada, como tampoco en alguien. Sencillamente estaba sentado…
Lo vi como a unos diez metros  -en la sala de espera-  en esos sillones metálicos con capacidad para tres. Él estaba en el medio.
Y no encajaba. A su lado derecho una muchacha la cual conversaba con la que estaba a su lado izquierdo.
Pero esas chicas de repente hacían gestos de mucho frío. Y seguían absortas en sus charlas.
- ¿Será que no se dan cuenta…? – Me consultó el familiar en cuestión- Míralo.  Fíjate que como “no encaja”. Las dos están en amena conversación y “ese tipo” está inexpresivo entre ellas.
Y no es que esté pendiente de lo que conversan entre ellas…No. ¡Pero allí está en medio de ellas! – Me fijé con atención.
- …Cierto. – Convine ante esos hechos.
- Y lo que me llama la atención es eso…
- ¿Qué?
- Que parlan y parlan y él está como “impertérrito” y las mujeres no le prestan ni la mas mínima  atención. Se me asemeja a “un fantasma”
- …Curioso… -Le aseguré una vez pasados unos minutos.
…Y desde ese preciso momento me propuse a hacerle un mayor y mejor seguimiento.
- ¡No parece ser de ese grupo!  Me está asustando…– Le informé a José, y él me afirmó…

...Mañana  domingo…Termina…



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