"Borrador de un cuento" Sábado...



Borrador de un cuento”

“Un  relato de amor…”

La suave brisa lo deleitó. Contrastaba con el silencio imperante en ese momento. Se deleitó en oír como crujían las ramas ante el paso del viento. Sus hojas producían un silencioso y mareante sonido que lo invitaba a la quietud.
Aspiró de mucho encanto. Visualizaba como se mecían todo ese hermoso y oscuro follaje.
Y de una forma espontánea alzó su vista al cielo inmenso. Y así se quedó contemplando tan majestuosa escena. Pudo detallar la inmensidad de esferas luminosas que se posaban por todo ese escenario. Y quedó embelesado ante tan escultural panorama. Quiso identificar constelación por constelación y en su mente comenzó a dibujarse los recuerdos de cuando era apenas un infante y su propio padre le enseñaba estrella por estrella. Le relataba de como los viajeros de antaño se guiaban por las estrellas. Y en esta rara ocasión, quiso evocar esos recuerdos.
- …Que va…Ya han pasado muchos años… - No se percató de que a escasos metros estaba la dueña de esa casa y lo estaba esperando. Pero no se atrevió a romperle ese encanto, ya que lo observó lo alelado que estaba, admirando el firmamento.
- ¿Han pasado muchos años de qué…? – Le dijo cuando ya estaba a unos escasos dos metros de él, a sus espaldas. Él se volvió hacia ella, asombrado ya que no la esperaba tan rápido y al percatarse de que en su ensimismamiento se dejó llevar por sus recuerdos…
- ¡Hola! ¿Cómo estás? – Acto seguido la abrazó y se estamparon sendos besos en la mejilla.
- ¡Déjame verte mejor! – Le dijo él y se alejó de ella para contemplarla a cuerpo presente.
- ¿Y…Cómo me ves ahora? – Le consultó ella pasado unos segundos.
- ¡Igualita! ¡Los años son tus cómplices y no te quieren engañar! Al contrario te hacen lucir mucho mejor que antes. ¡Estás bellísima!
- ¡Mentiroso! – Le reprochó ella, con un ligero retoque de nerviosismo.
- ¡En verdad! Hasta estas mucho mas bella que hace unos años. ¡Qué bien, te felicito!
- …Eres un “maravilloso y galante…mentiroso”, pero igual te quiero.
- ¡Yo también!  …Aunque tú no seas para nada: “mentirosa”
- …Dime: ¿Por qué no has querido entrar?
- ¿La verdad?
- ¡Siempre!
- Bueno, la verdad es que voy de paso… - Ella no pudo evitar una exhalación. Lo miró fijamente a los ojos y le dijo…
- …Quieres decir que no te vas a quedar…
- Exacto.
-  Pero y ¿por qué? Antes solías quedarte conmigo por mucho tiempo. Dime: ¿Hay alguna razón que te imposibilite el quedarte? – Arrastró con mucha vehemencia cada silaba sin perderle de vista ninguno de sus posibles gestos.

....Mañana domingo...Continuará...

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