“Conversaciones con don Carmelo”

“Conversaciones con don Carmelo”

 

“Conversaciones con don Carmelo””

Transcurrió unos minutos y al cabo de los cuales, se volvió nuevamente “critico” y con pensamiento filosófico arrancó de esta forma…

- Desde el rio Grande hasta la Patagonia…

Somos ¡igualitos!

(¿Tú sabes dónde queda: Rio Grande? Y

¿La Patagonia?  …Tienes cara de “yo no fui”)

De coronel a general, de sargentos hasta Mariscal de Campo –con el pecho full  de “medallitas” de todos los colores y tamaños, en dónde se especifica que son “héroes de guerras no gestadas” pero que sin saber nadie son los únicos condecorados…de locos de remate…a tipos que hablan “bonito” que nos prometieron villas y castillos…De Libertadores 

(¡No sé de qué!) a Redentores de comunismos fracasados y que nunca han prosperado a ¡nivel mundial!

¿Y…Para qué han servido…?

¡Para nada!

(¡…Ni para limpiarse uno el rabo!)

¡Que de sinvergüenzas está lleno este mundo!

 ¡Y nos han dejado en el estero! 

¡Y con los ojos claros y sin vista! ¿Qué tal?

…Pero de todo eso nosotros somos los únicos culpables por estar poniendo como ¡péndejos a estar creyendo en pajaritos preñados!

¡Y esto es lo que nos merecemos!

¿Por qué hasta cuándo vamos a seguir de péndejos?  

¿Hasta cuándo?

¡Ya basta chico!

Nos ponemos como las carajitas quinceañeras que se ponen a creerle a cuanto zoquete se le acerque y “les caliente las orejas” diciéndoles cositas bonitas, en versos, porque hasta de poetas nos ponemos con tal de poder conseguir: “esa cosita preciosa” que a la final nos la dan.

¡Pues así mismo, caen los pueblos!

Pueblos de gentes ilusas que van tras las palabras “bellas y hermosas” que nos dicen esos muérganos que no escatiman en mentirnos y en ofrecernos el cielo, con tal de que le demos el voto…

¿Y después…?

¡Ja!

Después…Nos toca: ¡Mamar!

Sí compañero…Suena duro ¿verdad?

Pues hace mas de dos mil años, crucificamos al único que nos quiso decir la verdad y por eso lo crucificaron.

¡Es la verdad…duélale a quien le duela!

¡Somos igualitos y en nada hemos cambiado!

Es que somos por condición…

¿Tercos?

¡Duros para entender lo que debemos entender!

Y la verdad…verdadera es que ¡así seguimos!

¡Guiso por todos lados!

Nos meriendan. Nos sazonan y hasta nos dejan que nos quememos en esas hogueras: “sólo mata imbéciles”

¿Cuántas y cuantas “revoluciones” se han hecho en este país? ¡Ya hasta he perdido la cuenta!

Desde que llegaron los españoles a las costas venezolanos trayéndonos “sus baratijas” para intercambiar y sacar todas nuestras riquezas.