“Mis Reflexiones”


Es increíble todo lo que está aconteciendo en mí país: Venezuela.
He nacido, estudiado, crecido en un ambiente en donde los principios humanos, siempre se han respetado.
En mis años juveniles, siempre presencié los constantes dime y diretes sobre los comentarios y sus funciones de los políticos en mí país.
Haber nacido en una nación tan bella, la cual en su momento acobijó a mis padres cuando ellos tuvieron que huir de su país: Nicaragua que en aquel momento fungía una de las dictaduras mas acérrimas, violentas y sanguinarias, como lo fue en su momento la del general Anastasio Somoza García (“El dictador con guantes de seda.”)
Crecí bajo la dictadura del general  Marcos Evangelista Pérez Jiménez, el dictador que mandó en esa época tan negra, oscura y vil de la historia venezolana (Apartando la del general  Juan Vicente Gómez.)
Cuando aparecieron los presidentes de la Era Democrática venezolana, fui siempre testigo de la represión del estado.
Ciertamente nuestra historia es sangrienta.
Lo que está sucediendo en estos días me ha dejado anonadado. Estupefacto.
Con los medios de comunicación prácticamente anulados y sometidos a una constante vigilancia.
Con todos los cuerpos represivos en ataque constante en contra de una población en cuyas manos solamente portan: Piedras. Ollas. Pancartas.
¿Y qué mas…?
Con cuerpos que salen armados hasta los dientes, que se visten de “civil” y que se confunden con la población que está en su protesta, y salen a: ¡Matar!
¡Qué valientes son estos gendarmes que representan la Ley, y se ven que le caen en gavilla a una: ¡Mujer!
Que le disparan en la cara a una indefensa mujer.
Que matan a un joven en cuyas manos tan solo portaba: ¡Una olla!
¿Qué armamento puede tener una población?
¿Una olla? ¿Una pancarta? ¿Piedras?
Y el estado ataca con: Metralleta. Bombas lacrimógenas, ¿Cuerpos Armados amparados por la Ley?
¿Cómo quedarán después que pase este Holocausto?
¿Es lícito salir a matar en uniformes? ¿Y lo será saliendo vestidos de civil?
Al Padre José Palmar, que estando en la Plaza de la República, un grupo de policías (En civil.) agredieron a un grupo de estudiantes  y este religioso al verlos acudió en su auxilio y a decirles: ¿Por qué atacan así a un grupo de muchachos que están en su derecho a protestar?
Y la respuesta de estos matones de la Ley, fue que le cayeron a culatazos a mansalva. ¿Cuál fue el resultado? Que lo dejaron tendido para luego salir corriendo como unos vulgares asesinos.
Los jóvenes levantaron al sacerdote y lo llevaron a una clínica cercana.
Y a estas horas, no sabemos si logró sobre vivir o no.
Hay informaciones que aseguran que no logró sobre vivir.
No puede haber un dialogo, en dónde el Gendarme esté indicando con su dedo acusador; como deben ser las cosas.
Y para que pueda haber una reconciliación: ¡Deben bajar sus pasiones!
¡Es de rechazar a un gobierno que propicie la violencia!
¡Es de apartar a todos los violentos!
Comenzando con los famosos: “Círculos Bolivarianos” hoy devenidos en: Grupúsculos antros de matanzas por doquier.
Tampoco es conveniente a todo un gobierno, representado en todos sus poderes y que a mansalva los utilice a su libre arbitrio.
Hay mucha desigualdad.
Dominando como lo está de casi todos los espacios televisivos y radioeléctricos, con una censura voraz e insensata.
Con el dominio pleno de todos los poderes…No es valido. No es justo.
Y que además lance a masacrar y a arrasar a todos los que nos oponemos a sus métodos.
No es justo.
Contemplar que los demás países, nos contemplen. Nos observen.
Por una parte, me alegra, me reconforta. Es bueno que todos sepan lo que hemos venido soportando durante largos años.
Pero me gustaría aún mas, que los poderes terrenales hagan acto de presencia.
Que sirvan de contra peso. Que nos nivelen y nos hagan llegar a la: ¡Justicia!
Ojala que la Sindéresis, que la Conciencia, que la Paz se junten al: Amor y logren bajar todas esas pasiones que ya están desbordadas.
Y que los culpables de esta violencia, sean reprimidos.
“El que siembra vientos…Cosechas tempestades”
Un gobierno Todo Poderoso, no debería aniquilar a su propio pueblo.
No debería hacerlo. No es justo.
Justicia, que las tumbas que han abiertos sean cerradas.
Justicia, para todos los que han quedado heridos, acusados, presos, sometidos al abuso y a la desidia.
¡Qué bueno es vivir en un país en donde se respeten a sus adversarios!
Y en donde no nos traten como enemigos y nos sometan a su “justicia”
¡Dios hazte presente! ¡Dios castiga al impío y que tu Ley: Amor, se imponga!
“Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.”


Maracaibo; 20 de enero de 2.014.-

Belbaltodano.-

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