“Pilin sale de viaje”


Aprovechando que sus hermanos están cerca, ella aprovechó y le pidió permiso a su madre para ausentarse.
¿El motivo?
Se estaba recibiendo como Maestra y requería viajar a la capital, para tramitar su Titulo, que la autenticara como tal.
Su hermano mayor Conrado no estaba muy de acuerdo, pero accedió: Era por motivo mayor.
Su madre siempre recelosa, al principio se negaba a dejarla ir, pero en verdad era perentorio.
Ya la estaban esperando, para darle su famoso legado en el cual la autorizaba a ejercer la docencia, un sueño muy añorado por ella.
Su hermanito Juan, casi estuvo por aguarle su viaje; no paraba de llorar y de querer acompañarla, pero ella iba en un grupo de chicas, que al igual que ella, se estaban graduando y anhelaba (Pilin) un tiempo para apartarse de tanto y tanto stress producto de los problemas que mantenía a su familia en estado de “alerta máxima” y estos eran:
En primer lugar….La muerte inesperada de su padre; y toda su herencia.
Muchos de los que ellos habían considerado como los amigos eternos de su progenitor…se estaban transformando en pirañas en su cacería de obtener el mejor resultado.
Y prácticamente se estaban quedando en la mayor de las indigencias.
Les habían arrebatado tres de las haciendas del difunto y todo ese dineral, que había prestado a mucha gente.
Y como no llevaba anotado nada, como tampoco se lo manifestó a su esposa, ellos ignoraban la cuantía exacta de su inmensa fortuna.
Fue testigo de cómo su mamacita, tuvo que pelear como un “macho” tratando de impedir, que los dejaran en la calle.
Y es que sus propios tíos (hermanos de su padre) se presentaban a cada rato, exigiendo la posesión total de la casa y de la finca.
Y estuvieron a punto.
Se salvaron por la terrible determinación de doña Rufina, quién se plantaba en el frente de su casa, armada de un machete.
Vio como se arremolinaban para agredirla.
Pero nunca se dejó amilanar ni avasallar por esa “horda de salvajes”  que iban solamente para repartirse, lo que no les pertenecía.
A duras penas, logró salvar para ella y sus hijos, la finca (La mas pequeña de todas esas posesiones) ya que las haciendas, a esas: No las pudo pelear.
Sola contra todos. Nadie se le acercaba a consolarla…
Solo para ver que mas se podían llevar.
Así lo retrató ella. Y de igual forma sus dos hermanos: Conrado y Juan, lo sabían.
Su progenitora, nunca les permitió que albergaran resentimiento hacia sus propios tíos.
Siempre trató por sobre todos los medios, que no salieran contaminados con el virus de la venganza.
Pero una mujer sola, y con tres hijos menores, nunca podrá pelear contra toda una familia, y contra muchos de los “amigos” de su papacito.
(Se imaginaba: ¿Cómo se sentiría su papacito, al contemplar todo esto…?
-Que allá en donde el Buen Dios, el Padre Celestial, en su regazo lo tendrá para su Descanso Eterno. Así será.
Sus amigos a los cuales siempre ayudó.
A su propia familia, despojando de todas sus pertenencias, a su mujer y a sus tres hijos.
¿Qué pensaría?
A tantos y tantos, que su mano generosa socorrió. Pero…
¿Por qué se ensañaban así en su contra?
¿Que germen maligno, se enseñoreaba entre todos ellos?
No. No lo entendía. Y por mas que trataba, explicación lógica…No tenía.
Pero ¿cómo se estará revolcando en su tumba, su padre?)
…Estos y muchos mas pensamientos revoloteaban en su juvenil cabecita.
Con mucho sacrificio, lograba estudiar.
Su madre la aupaba siempre.
- ¡Nunca te rindas! – La regañaba cuando la presión que tenían por arrebatarle todo y dejarlos en la calle y ella daba muestras de cansancio.
- Pero Madre déjeme ayudarla a enfrentar a todos esos hambrientos…
- Esa es tu propia familia…y “esos” son los mejores amigos de papa.
¡Pobrecito él!
¿Cómo estará él, al vernos en este tremendo predicamento?
- Pero mamacita, yo puedo ayudar también…
- ¡Usted dedíquese a estudiar y a graduarse! Yo me encargo de todo esto.
Y nunca le estés contando a tus hermanitos, lo que nos está pasando. ¿OK?
- ¿Pero por qué? Ellos también tienen derecho a enterarse.
- ¿Y se me llenen de odio, hacía su propia familia y amigos de toda la vida? No.
Jamás permitiré que Conrado se entere.
- ¿Pero; por qué?
- Porque si se llega a enterar, su pobre corazón se va a angustiar y de tanto resquemor se le va a llenar de: odio. Impotencia.
Y pronto va a albergar en él, la sed de venganza.
¡Y yo no quiero sangre en esta familia!
Tu propio padre, era enemigo número uno de la violencia.
Voy a seguir sus propios delineamientos.
Ya las dos sabemos de la maldad que radica en sus corazones.
Ya estamos enteradas.
Y no te niego que les tengo: ¡Desprecio!
Me indigna tanta bajeza humana; porque cuando mi finado vivía…
Aquí le llegaban a suplicarle que les prestara dinero, para poder comprar: Comida o medicinas, o para pagar sus deudas.
…Pero ya estamos viendo la otra cara de la moneda…
¡Arriba hay Uno que para abajo Ve!
¡Él es testigo de todos nuestros sufrimientos!
¡Él nos redimirá! Solamente en Él confío.
Y no te llenes de odio, ni de resquemor. ¡Mantente: Limpia a los ojos del Altísimo!
- Ay mamacita, pero es que…
- Es que nada. ¡No hay tiempo para nada! ¡Y ni siquiera me han dejado llorarlo!
No me han permitido siquiera hacerle sus honores. ¡Nada he podido hacer!
Me tienen en la raya. ¡Bien medidita!
- ¿Y ya se perdieron las haciendas?
- …En el momento en que lo estábamos veloriando, llorando al ver su cuerpo sin vida…
Yo nunca podré entender el que siempre lo haya visto rozagante, lleno de vida.
¡Con todas sus ilusiones de ver crecer a cada uno de sus hijos!
¡Un hombre fuerte, poderoso y con su corazón exento de odios y de rencores!
¡Integro, honrado, amigo de sus amigos! ¡Hermano de sus propios hermanos!
…Y que de repente; me lleguen con la infausta noticia: ¡De que está muerto!
¿Cómo un ser tan bondadoso y con su mano presta ayudar a todos…Esté hoy: Muerto?
¡Oh Dios de todos los dioses! ¡Señor de la Vida y de la Muerte!
¿Por qué me has quitado el Objeto de mí Vida?
¿Por qué me rodean: Chacales, Hienas y Chupa Sangre de todas las estirpes?
¡Desde que te lo llevaste…No he tenido reposo ni de mí cuerpo, ni de mis sentimientos…!
¿Pero el por qué me has destruido?  …Pudiste llevarme a mí… ¡Y no a él!
(Perdona mi momento de debilidad, hija querida…Perdóname, porque también soy humana y tengo mis momentos de duda y de cansancio….Y en este momento…Estoy por desfallecer.)
…Pero… ¿El por qué la muerte es mas poderosa?
La duda se ha cernido en mí. La cólera la ha removido, al ver tanta y tanta bajeza humana.
Mientras nosotros lo llorábamos…
Mientras mi corazón, mi alma y mi propio ser…Estaba destruida…Sin esperanza…
Un desasosiego en el que al parecer, ya nunca mas volveré a ser feliz.
¡Me han quitado mi vida, mis ilusiones! ¿Y por qué?
¿Qué mal hemos hecho nosotros?
Pero mientras nosotros estábamos destrozados, lamentando nuestra gran perdida…
Esos desgraciados nos estaban despojando de nuestras reses, de nuestras tierras, de nuestro dinero.
¡Hienas desgraciadas, chupa sangres degenerados!
…Ellos nos desangraron, se aprovecharon de nuestra inmensa perdida.
¿Y ahora qué podemos hacer?  Mas que nuestros despojos mundanos, como esas haciendas y todo el dinero del mundo… ¿Cómo podremos reponer la ida de tu padre?
Es un vacío…Imposible de llenar. ¡No puedo llenarlo, no hay con qué!
¡No hay Poder Humano, que nos pueda redimir.
¡Dios…Tenlo en tu Gloria! ¡Perdona nuestro dolor!
Pero…
Y es que no podía dejar de llorarlo. ¡Pero ni eso he podido hacer bien!
- ¡Son unas hienas! ¡Me provoca matarlos! – Pilin no pudo contener sus palabras…Pero ya las había pronunciado, y contempló el estupor de su ma, quien arrancó con esta pregunta…
- ¿Ya estás viendo?
- ¿…Qué…? – Intentó minimizar sus efectos…Pero ya no pudo hacer mas nada…
- …Ya ponunciastes las palabras que jamás permitiré que ninguno de tus hermanos…Digan.
- …Pero ma es que no podemos seguir así…
- ¿Así cómo? – La contempló que se estaba encendiendo en cólera.
-  Yo creo que ellos deben ser enterados…
- ¡Jamás!
- ¿Pero por qué no? Ma…
- Ya te dije. Tus hermanos van a reaccionar como hombres.
- ¿Y no lo son?
- …La vida, los ha llevado a que siendo apenas unos chavalitos de escasos años; han tenido que asumir las funciones de un hombre. ¡Once añitos tenía Conrado cuando vio como lo mata… ¡Digo lo vio morir! – Intentó corregirse a tiempo, pero no lo pudo evitar, su hija abrió profundamente sus ojos y le gritó…
- ¡Lo mataron! ¿Cómo que lo mataron? – Su madre acudió en su auxilio y tratando de desviar su terrible secreto, le dijo…
- ¿Qué lo mataron…? ¿A tu papacito? ¡No, chica! Quise decir otra cosa. Te estaba diciendo que tu hermano, no debió haber visto…Cuando su padre caía.
Y eso no es correcto. ¡Deja la cosa así! Te propongo que hagas tu viaje con toda tranquilidad y para cuando ya regreses, yo estaré menos nerviosa y quizás podamos hablar mejor.
¡Vamos a preparar tus cosas!
- Pero es que…
- Tus hermanitos deberían estar al igual tuyo: Estudiando. Preparándose para el mañana.
Y no estar ahora como unos peones cualquiera. ¡Dios no nos abandonará nunca!
¡Yo nunca quise esto!
- Ay ma…
- Por eso es que no quiero que se enteren de todos estos vejámenes. Ya habrá tiempo.
Tiempo al tiempo.
- ¿Para cuando?
- Cuando llegue su tiempo. Todo tiempo tiene su duración.
Hay un momento para ser feliz. Para reír. –Ya nosotros lo pasamos. Papa estaba vivo y durante su presencia, fuimos los mas felices.
- No es justo.
- ¿Habrá Justicia en esta vida?
- Debe haberla.
- Los designios de Díos. Solo Él los conoce. Nosotros no.
- ¿Y qué nos tocará a nosotros, ahora?
- ¿Estamos vivos?
- Bueno si…
- ¿Tenemos salud?
-  Si.
- ¿Estamos unidos?
-  Si. Por que usted así lo ha logrado.
- Y así mismo debemos seguir. Y por esa razón, déjame en mi pelea.
Es a mí a quién le corresponde presentarme en el cadalso con esas hienas hambrientas.
No te quiero cerca, ni quiero que le vayas con el chisme a ninguno de tus hermanos.
Ya mas adelante me tocará a mí el decírselo.
- Ma ¿Y el problema con el gobierno?
- ¡Eso también es muy delicado! Y presiento que hay gente interesada en seguir echándole mas leña al fuego, con la finalidad de hacernos mas daño.
- No es justo que mis hermanos tengan que “dormir” allá en las montañas, en medio de tantos depredadores, y de quien sabe que de cosas mas hay allá en esos sitios tan salvajes.
- Como tampoco es justo: Que tengan que vivir los dos solitos en esa finca.
Me angustia que mis enemigos se desquiten con alguno de ellos.
- ¿Enemigos?
- Si hija  con mucho dolor debo confesarte, que los que antes eran nuestros mejores amigos y familiares hoy en día…Nos quieren eliminar.
Así que la situación es muy sencilla: O ganan ellos o logro salvar lo que pueda en esta guerra a muerte.
- ¿Pero por qué se están portando así en nuestra contra?
- Porque son gentes vacías, sin corazón en el pecho. Porque los anima el pillaje y el raterismo.
Porque nunca me aceptaron como la esposa de tu papa. Me menosprecian y trasladan su intenso odio hacía mí…Transfiriéndoselas a ustedes.
Que nada de culpa tienen.
Y si a culpa se refieren: Es porque son mis hijos.
Además esa gente se han separado del Amor de Dios.
No creen en el Dios Bueno y Misericordioso.
En cambio adoran al Dios Dinero.
Al Dios Poder. Para avasallar. Destruir. Aniquilar.
Al Dios que crucificó a Nuestro Señor Jesucristo.
- ¡Ave María Purísima!
- ¡Sin Pecado Original concebida! – Estos pensamientos y muchos mas se agolpaban en su mente.
Y realmente la mantenían muy preocupada.
Y el alejarse así, en medio de todo esto.
Ciertamente que ya lo peor había pasado. Pero no sus secuelas.
Y el saldo final fue muy lamentable para todos ellos.
En la actualidad, sus dos hermanos se veían precisados a esconderse de la Justicia del gobierno, por razones que ninguno de ellos entendían…Pero la política es sucia.
- Pilin no olvides de preparar muy bien tus maletas.
- Si ma.
- Recuerda que debes llevar todos tus documentos en originales.
- Si ma.
- ¿Cuántos días estarás ausente?
- No sabría responderle. La verdad es que no lo se. Es mi primera vez.
- Tu Padre estaría muy orgulloso de que su hija, ¡se le gradúa! – La miraba de los pies a la cabeza y se hundía en sus recuerdos.
(Hasta hubo ocasiones que a ella, le pareció haberlos visto a los dos. Agarraditos de la mano.)
- Cuando venga con mí: Titulo de Maestra, se lo llevaré ¡a su tumba! – Sin querer pronunció estas palabras, y al percatarse de esto, ya era muy tarde.
Su madre arrancó a llorar, presa de un ataque repentino de nervios.
- Ay ma. – Quiso disculparse, ella le dijo…
- ¡Si él estará muy orgulloso de ver a su hija graduarse!
¡Y allá en los cielos, en compañía de Nuestro Señor Jesucristo! – Ambas no pudieron seguir. Ahora lloraban hermanadas en su dolor.
- Bueno por una parte, me alegro mucho por ti. Pero me entristece la realidad de tus hermanos.
…Tu padre y yo, habíamos idealizado un futuro mejor, para todos ustedes…
Tu papi soñaba con que su hijo mayor, se fuera a estudiar al extranjero y se hiciera… ¡Doctor!
Y fíjate que al contemplarlos a ustedes, él pensaba que Juancito al ir creciendo, él mismo decidiría su propio futuro…
¡Qué de planes tan bello les tenía reservados a todos ustedes…!
…Pero la maldad anidada en el corazón de muchos que los rodeaban…
…Tu papi no pudo discernir…Adivinar ni sospecharlo…Que todos los que lo rodeaban conspiraban en su contra…Ambicionaban sus pertenencias, sus riquezas, sus aciertos…
No los vislumbró. Se agazaparon en las sombras. Quizás por eso nunca los descubrió.
Esperaron el momento preciso para lanzar sus horribles zarpazos.
Hoy en día…Nos lo despojaron. Y ni papa nos podrá de esta librar.
Y no puedo decirles que abandonen la finca, porque nos la van a quitar también.
¿Cuánto no me gustaría que sus tres hijos se gradúen todos?
…Pero si lo hago… ¿Quién producirá?
No tenemos mas trabajo que el que nos da nuestra finca.
¡Nos dejaron sin dinero alguno! No tengo ni siquiera para poder sentarme a descansar.
- Bueno ma, no se preocupe…Que en cuanto yo comience a trabajar, les daré a ellos la oportunidad de ponerse a estudiar.
- ¡Muy loable tu intención!
- ¡Cuente con eso ma!
- Con lo que debemos contar primero es con: Conseguir ese Titulo.
Y después, vendrá lo de después…. – Tantos y tantos pensamientos.
Tantas vivencias ha tenido que vivir. La muerte repentina de su papacito.
La pérdida de casi toda su herencia.
Los escapes de sus hermanos a la montaña, cada vez que había cualquier asonada en el país.
En fin. Son muchas sus preocupaciones.
No tenía mucho dinero, y el hecho de que sus hermanos estén huyendo les dificulta el poder producir el dinero necesario para poder sufragar todos los gastos.
- Ya el Buen Dios, suplirá el dinero necesario para poder pagar todos los gastos. – Le indicaba su madre. Ella suspiraba, su impotencia la dejaba sin aliento.
Pero…. ¿Qué otra cosa podía hacer?
No podía trabajar como un hombre, siendo una mujer.
Además no estaba familiarizada con las labores propias del campo.
En cambio sus hermanos, ya dominaban esas tareas y producían siempre buenas ganancias.
Conrado era el mayor y el mas fuerte y sobre sus hombros recaía todas las operaciones, pero Juan su hermano menor, era mas bien un “artista, un poeta, un trovador” y no encajaba “muy bien” que digamos, pero sin embargo su hermano siempre lo “arreaba” y al pobre no le quedaba mas que cumplir con las labores que le asignaba,
Juan era detallista. Todo un ejemplar “gentleman” y por lo que habían leído en la prensa, él calzaba a la perfección. Y muy en secreto le había confesado docenas de veces que: “No deseaba esa vida” Mas bien prefería la del “gentleman” La del músico. O la del poeta.
- Deseo vivir el resto de mis días, dedicándolo a las artes. – Le confesó en un momento de desesperación, a lo cual le respondió…
- Pero hermanito la vida no la escogemos nosotros…
- ¡Pues debería ser así…Pero no lo es! – Respondió después de meditárselo por unos instantes. Acto seguido detalló muy bien su machete y como pensándolo él mismo, le dijo en voz audible, clara y fuerte…
- …A veces veo a mi papacito…
- ¿De verdad?
- Si.
- ¿Y cómo es eso que lo ves?
- Cuando estoy macheteando, cansado sudando copiosamente, ya bien mareadito…
Me recuesto en la tierra.
Agotado. (¡Esta vida es para burros!)
Y es en esos momentos, en que me parece estar viéndolo…
- ¿Y él que te hace?
- Me mira. Siento que me tiene lastima. (Me imagino que me está “arrulladito”)
Y le noto que su forma de mirada es melancólica.
(Y hasta me parece que me está hablando…Claro en mi mente…)
- ¿Y no te habla?
- Si. En ocasiones, claro.
- ¿Y qué te dice?
- …Mi chavalito lindo… (Y creo que me está…Acariciando. Abrazándome.)
- ¿Y qué hacés?
- Y… ¿Qué puedo hacer?
-  Le pedís ¿la bendición o no se qué?
- En ocasiones. Lo normal es que me está mirando. A veces a lo lejos.
Poco se me acerca a hablar, pero siento su magnetismo. Su presencia me reconforta.
- ¿Y se lo has contado a Conrado?
- ¿Para qué…Para que me regañe otra vez?
- Pero ¿Y por qué?
- Porque asegura que ¡como soy un flojo! Y busco cualquier excusa para estar “vagueando”
No. Y no creo que lo llegue a contárselo.
No me gusta que me esté regañando y me trate como un “flojo, haragán” (Porque no lo soy.)
Ciertamente y fue allí cuando en su mente se vislumbró que sus dos hermanos a pesar de ser hijos de los mismos padres, eran diametralmente opuestos:
Conrado siendo el mayor, en él se afincó su madre, para poder salvar algo de toda esa herencia. Nunca tuvo la oportunidad de elegir. Nació para ser “mantenido” en las labores del campo y era muy posible que si él hubiese tenido alguna opción: Con seguridad, allí no estaría.
Al igual que Juan. Pero en su hermano menor, era mas fácil.
Era manejable y es posible, porque era el menor.
Ninguno puede decidir su futuro. Ni siquiera su presente.
La realidad circundante, los alienaba. Los conducía aun virtual  pesimismo.
Pero en su caso muy personal, creía tener la única llave, que podría librarlos de su esclava realidad.
Era perentorio ejecutar ese recorrido, anhelaba los grandes triunfos que con toda seguridad, le vendrían una vez trajese ese trofeo.
Y esa fe, la movía. Estaba sumamente convencida, que a través de ella, su padre los estaba ayudando a salir, de ese tremendo atolladero en que estaban sumidos.
Presentía que su madrecita, estaba haciendo de tripas corazón.
La conocía muy bien, y comprendía que por cada día que se ausentara, era una intensa puñalada que su madre sentiría.
Pero que ella lo aceptaba en su creencia de que su marido, feliz estaría ante el tremendo triunfo logrado por su hija.
Inundada en lágrimas, festejaba su futuro.
Era corto su recorrido en tiempo, pero en sus anhelos eran intensos.
Podría voltearles la tortilla a todos.
…Un nuevo camino, un nuevo andar…Ilusiones por venir.
Pondría todos sus esfuerzos en que el triunfo fuera para todos los miembros de su familia.
Su papacito allá en los cielos, le daría la fuerza necesaria para lograr sus nobles objetivos.
Y con esa creencia fija entre ceja y ceja, agarró sus mascúndales, besó a su madre y marchó.
Nuevos mundos por descubrir.
Nuevos derroteros a los cuales enfrentar.
Caminante no hay caminos, se hace camino…


Marcaibo; 31 de enero de 2014.

Belbaltodano.-

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