"El pasajero desconocido"



 “Y que este era un mensaje a todas las bandas de atracadores para que depusieran sus acciones vandálicas y se entregaran a la Justicia, para un juicio justo” 
¡…Y toda es paja loca que inventan los políticos…Puro: bla, bla, bla” -
El narrador calló, tomó aire. Le noté cansancio y fastidio.
Chequeó hacía todos lados.
Al comprobarse a sí mismo que todo estaba normal, volvió a mirarme y me dijo…
- ¡Era brava esa mujer!
Yo lo miré y no me atreví a expresarle mis pensamientos.
- ¿…Y por qué me dices que “era”…Ya no existe?
- ¡No que va! A esa la tenían en la lista.
Y seguramente que le sobraban los enemigos.
- ¿Aja y qué pasó con ella?
- …Después de esa escaramuza.
Hubo un tiempo que no se supo más de ella.
Hubo un silencio. – Pasó misteriosamente un dedo por su boca…Y continuó…
- Pero yo creo, que ella cayó en desgracia…
- ¿Por qué…Estaba implicada con el narcotráfico…?
- …Nnnno está muy clara la situación… - Se rascaba la barba.
Me miraba con aire de desconcierto.
Y me dije…
(¡Éste tipo no es lo que aparenta…!
¡No puede ser…A simple vista es un pobre diablo! 
…Ahora me falta que aparezca ante mí un doctor…
O un profesor universitario…O un filosofo…
O….O ¡quién sabe que carajo!
¡Gracias a Dios, que este señor no estaba en mis elucubraciones!)
Siguió con su relato:
- …A la pobre Nora…La emboscaron…No está muy clara la noticia.
No sabría decirte: ¿Fueron los narcos o el hampa organizada…? – Con mirada interrogadora meneaba su cabeza a todos lados, y pasado unos instantes prosiguió:
- ¡Nunca se sabrá!  (Ellos sabrán y dudo mucho que nos lo digan…)
¡Es un misterio!  - Para todos nosotros. -
…Ellos sabrán la verdad de los hechos; a nosotros lo que nos llegan son historietas.
¿Qué le podemos hacer? – Me quedó rondando en mis elucubraciones.
“¿Cuántas mentiras nos echarán los “Representantes de la Ley”?
Ellos los certifican. Con su cara  llena de Solemnidad…
Lo juran ante una Biblia. …El Corán…
Ante un Jurado. …La Corte en pleno.
Ellos son la Ley. Y la utilizan a su libre albedrío.
¿Nosotros?   …Acaso ¿Importamos para ellos?
Somos carne de cañón…”
Mis pensamientos fueron interrumpidos por el audaz relatador…
- …Nora era delgadita. Menudita. – Pensé en el acto al compararlo con la susodicha…
(¡Mira quién habla!) Lógicamente no se lo dije, de inmediato continuó…
- No era bonita. Senos chicos…
¡No era muy agraciada como mujer…!
Pero a pesar de que ya había matado a varios, no era ni mal hablada, ni pedante, ni grosera.
Es mas los que no la conocieran…Seguramente que ni atención le prestarían.
- ¿…Pero no hicieron averiguación…?
¿Quedó muerta y ya?
- …A lo mejor la hicieron… (Pienso: Yo) ¡…Perooooo!
- Como termina todo en este país… - Hizo una pausa, yo por mi parte la aproveché para “contemplar” el “bello paisaje” y digo bello, porque era tanto el calor que sentía que se me antojaba estar contemplando…tan “hermoso panorama” en donde brotaban en su alrededor esa esquela de gas liquido.
Que seguramente era del tremendo vapor a que estábamos todos sometidos, por tan inclemente clima.
¡El vapor que emergía de la hirviente carretera!
Sudaba copiosamente. Los olores muy propios de gente que al parecer no se bañan bien o se les olvida “usar” un desodorante que los proteja, por lo menos a nosotros, de sus “olorcitos”.
Se les ve “mas o menos” bien vestidos…
¡…Pero no te le acerques!
…Te obligan a mantener tu propia respiración…O respirar por la boca…
Y en esta “faena” estaba sumergido, cuando nuevamente mi vecino de asiento, reclamaba mi atención.
Y en vista de que no le respondía…Me tocó varias veces, así que sin quedarme mas alternativa volví mi atención a él.
- ¿Tú conoces Tinaquillo? 
- ¿Tinaquillo? ¡Claro que si! Bella población muy cercana de Valencia la capital del estado Carabobo.  
¡Sabrosas cachapas que me comí allí! ¡Hummmm qué ricura! – Me tocaba mi estomago, ya que en mi mente me encontraba saboreando esos tan ricos manjares, nuevamente cortó mi inspiración alegando súbitamente…

- ¡Yo viví allí! ¿Y conociste al capitán Mercado?

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