“Anoche Soñé…”


    - Anoche soñé que estaba viajando y en ese ínterin me encontré con gente que ya ni me recordaba.
Es mas fue un viaje delicioso. En el sentido que no fue cansón, mas bien buen muy grato y estaba acompañado de seres  muy alegres.
Aunque no me recuerdo de que estábamos hablando, pero me recuerdo que estaba muy placidamente charlando.
Iba al principio en algo parecido a un carro.
Lo que no alcanzo a recordarme, es a saber quiénes eran los que estaban conmigo.
Pero de lo que si estoy seguro es que no estaba solo.
Íbamos viajando por montañas. El clima era frío, pero yo no lo sentía.
Ya que estaba en camisa de manga corta. El paisaje era hermoso por doquier.
Curioso, ¿verdad? Porque los que andaban conmigo los veía con fundas gruesas y cuando me hablaban veía el humito que brotaba de sus labios.
Recuerdo que me causaba mucha gracia, ver como ese aliento era totalmente frío.
Y lo curioso es que a mí, en lo personal, no me salía.
Y esto en el mismo sueño me llamaba la atención, hasta tal punto que y esto si que lo recuerdo muy bien, yo se lo dije…Ahora recuerdo mejor que te estoy echando el cuento…
Yo le dije a un hombre y mira que estoy tratando de recordarme su identidad, pero no.
No puedo recordarme.
¡Bueno! El caso es que se lo hice ver, y ¿sabes cuál fue su respuesta?
No. – Le respondió su esposa. – Los sueños son muy raros. Pero dime: ¿Qué fue lo que le dijiste a ese hombre que te apareció en tu sueño?
- Bueno, le estaba haciendo ver, que a todos ellos les brotaba ese “humito” tan gracioso para mí.
Y el respondió: Lo que pasa es que nosotros estamos vivos. Y además radicamos acá.
…Yo me quedé meditando su respuesta y al cabo de unos instantes –que no sabría decirte si fueron…segundos o minutos. El caso es que recuerdo que le manifesté:
- Si ustedes están vivos y radican aquí… ¿Entonces que es lo que está pasando conmigo?
¡No me respondió! Me cambiaron el tema. Yo le insistí, pero no parecieron darle importancia alguna.
Y me quedé con la angustia. Y así se los hice saber.
- ¿Pero no te respondieron nada?
- Nada. Y casi de inmediato, ya no estábamos en un carro.
No se precisar con exactitud qué tipo de transporte era, pero ya me encontraba rodeado por decenas y decenas de personas.
- ¿Y el señor,  ya no estaba contigo?
- Si. Y no. Se que estábamos viajando. Lo veía, pero después ya no estaba en mi mira.
Pero ya no éramos poquitos, ahora éramos una muchedumbre.
Reconocí a varios. Y ellos también se recordaban de mí.
Y hasta estuve charlando con ellos. Estábamos felices de vernos.
Y por cuenta era mucho el tiempo que nos teníamos sin ver. Nos abrazábamos y nos besábamos.
- ¿Y ahora mismo no te recuerdas de quiénes eran? – Su esposa lo miraba asombrada de todo su relato.
Él la miró y se quedó pensativo, luego le informó…
- Con seguridad, en el sueño, nos conocíamos. Hoy mismo, no logro evocarlos.
Ni sus rostros, en este momento me son borrosos. Tampoco me recuerdo qué hablábamos.
Pero era evidente que nos conocíamos, es mas hasta me daba la impresión de que éramos familiares.
¿Te podrás imaginar esto?
- Bueno cuentan muchas historias. Una de ellas es que es posible que hayan sido familiares o por lo menos muy cercanos, quizás en otra vida. Otra reencarnación.
- ¿Y tú te crees ese cuentecito?
- …Bueno son hipótesis. Hay tantas versiones, que ¿qué te puedo decir? Esta vida que llevamos es propiamente un enigma. Ya ves, ese sueño puede ser una premonición.
- ¿Premonición, y eso?
- Puede ser que te estén advirtiendo o poniéndote sobre aviso de algo, no se.
La verdad, mi lindo, es que no sabría interpretar ese sueño.
Pero me llama la atención lo que te dijo ese señor: “Lo que pasa es que nosotros estamos vivos y además vivimos acá” Esto seguramente que tendrá alguna injerencia. ¿Cuál?
Eso no sabría decirte. Ojala te acuerdes. Y segura estoy que podríamos dilucidar aún mas, ese enigmático sueño. ¿Pero allí termina tu sueño?
- No.
- ¿Y qué sigue?
- El tiempo corría y nosotros ni pendiente. El mismo señor que me dijo esas palabras, ahora estaba enfrentado a mí.
- ¿Cómo así?
- Llegó una mujer muy hermosa. Y ella me miraba con mucha insistencia y trajo como consecuencia, que de alguna forma que no logro entender…despertó unos horribles celos de este tipo en mi contra.
¿Qué crees que significará esto?
- …Puede ser que esa mujer hermosa, haya sido de ti en alguna vida anterior…tu esposa, o tu hija o tu madre…Puede ser. Digo yo. Pero: ¿Ella te habló, se acercó a ti o qué?
- Tan solo me miraba. Pero eso si, con mucha insistencia.
- ¿Y no habló?
- No.
- ¿Y cómo te diste cuenta?
- Porque escuché una voz que me dijo: “Le sigues interesando”
Yo me volteé  para ver quién era el que hablaba. Pero nada.
No había nadie cerca de mí.
Y en ese preciso instante, el que anteriormente era mi amigo, se transformó en mi peor enemigo.
Y arremetió en mi contra.
- ¿Y cómo?
- Eso si no lo tengo claro. Pero recuerdo que algo o alguien me jaló y me sacó de esa escena.
- ¿Y adónde te llevaron en esta ocasión?
- Me vi a la orilla de una playa.
- ¿Playa? ¿Pero estabas en traje de baño? ¿Te estabas bañando o qué estabas haciendo allí?
- No me estaba bañando ni estaba en traje de baño.
Mas bien estaba vestido con un traje todo de negro y con una corbatita de esas de lazo.
Mi camisa era blanquísima.
Y mira que me escandalizaba su blancura.
Tenía puesto una esclava grandísima, de oro puro.
Desentonaba y me hacía sentir muy incómodo. Y en el sueño, intenté quitármela, pero nunca pude.
- ¡Qué sueño tan extraño!
-  Y lo mas increíble fue que estaba solo. Terriblemente solo.
- Primero estabas con poquitas personas, y ese señor era amiguísimo tuyo.
Después estabas en una multitud y apareció esa mujer bella y el mismo se te volvió en tu contra.
Y luego te encuentras a orillas de una playa, solo. Vestido de frac. Muy elegantemente, pero  solo y con una esclava que te martiriza.
Me parece curioso el que estés precioso y el que te moleste esa prenda de oro, tan llamativa.
- Ahora vas a ver…
- ¡Aja cuenta mi amor…?
-  Me percato de que estoy rodeado de enemigos. Muchos enemigos. Y todos me quieren eliminar.
- ¿Personas?
- No. De tiburones fieros, que me retan para que entre a pelear con ellos en el mar.
¿Has visto esto: Qué me estén retando, ah?
Y en la tierra, monos gigantescos que me están tirando cocos, para agredirme. Una manada.
Todos ellos están furiosos conmigo.
Entonces y trato de guarecerme, pero es cuando siento que desde los aires me están acosando unas aves gigantescas, unos monstruos que no me dejan vida.
¡Y yo me veo corriendo como un loco, huyendo de toda esa jauría! ¡Corría para acá…Y se me aparecían de repente…Luego voy a otra dirección…Allá me están esperando!
- ¿Y qué hiciste mi amor? ¡Qué angustia y yo sin poder defenderte!  
¿Por qué no me hiciste aparecer en tu sueño, ah?
- ¿Qué te puedo decir?
- Aja… ¿Y allí termina el sueño?
- Como cosa que solamente pasa en los sueños, pues te cuento que ya casi todos mis enemigos me tenían ya listo. Por un lado los tiburones que corrían por las aguas…
- ¿Qué los tiburones corrían por las aguas? ¿No será que nadaban?
- No. Corrían por sobre las aguas. Y los monos con los cocos y las aves grandísimas que me atacaban por los cielos. Ya casi me tenían listo, cuando de pronto me sustrajeron. ¡Así de repente!
- ¡Virgen Santísima! ¿Y adónde te tiraron ahora?
- A una cueva. Pero ya no estaba solo. Esa cueva estaba full de personas de todas las edades y sexos.
Y lo que me llamaba poderosamente la atención era de que…
- ¿De qué…? ¡Me tienes angustiada!
- Bueno, para ellos yo no existía. Pasaban a mi lado y no me veían y ni me tomaban en cuenta…
Es mas en diversas ocasiones… ¡Me atravesaban!
- ¿Te atravesaban?  ¿Y no te dolía?
- Al principio me sorprendía, ya que nunca estuve preparado para esto. Pero después mas bien trataba de apartarme, pero recordándome mejor…no. No sentí en momento alguno, ningún tipo de dolor.
Mas bien era de indignación. Me consideraba poco menos que nada.
Terminé arrinconándome en uno de los tantos rincones.
Y todo el mundo pasaba y en ningún momento alguien se percató de mi existencia.
- ¡Qué tristeza mi amor! Debiste haberte sentido muy mal.
- Pésimo. Nunca me he sentido, tal como en ese sueño.
- ¿Y allí qué mas pasó?
- Lloré como un carajito. Y de tanto llorar…Me quedé dormido.
- ¿…Y?
- No me recuerdo de nada mas. Pero me desperté con ese dejo de amargura, de desolación.
Y no me he podido recuperar.
Pienso que algo malo he tenido que haber hecho. Pero no me recuerdo de nada.
Me siento como si fuese el peor de los asesinos.  
Un depredador. ¡Lo último en maldad!
- Pero mi amor, no necesariamente es como los sueños indican.
- ¿No?
- No. Puede ser que te estén enviando alguna señal.
O respuesta a alguna pregunta tuya.
¡Pueden ser muchas cosas! 
…Pero ese final tan triste, melancólico…funesto.
- Y todavía siento ese quebranto, esa melancolía.
No se como expresarla.  No tengo palabras.
Solo se que la siento.  Y me siento muy, pero muy mal.
Y te cuento que ni siquiera es tal como la soñé…pero me causa mucha desdicha.
No me siento bien que digamos. Presiento que ese sueño fue premonitorio, portador de nefastas noticias. Y a lo mejor, me están alertando, tal como me lo dijiste.
- ¡Venga, pensemos en cosas buenas, provechosas! No necesariamente los sueños nos revelan cosas por venir. Bueno digo yo, si quieres busquemos a alguien que te pueda “interpretar” ese mal momento.
- Lo único que te puedo decir, es que en este preciso momento no me siento nada bien.
Estoy en medio de un mare mágnum. Un aquelarre. No me siento bien, perdóname.
Es posible que algún amigo se me voltee y se me transforme en mi matador.
También puede ser que me estén preparando una celada.
¿Quién podría saberlo?
…Con seguridad… ¡Qué no lo se!
Quizás mas tarde o posiblemente mañana o pasado, pero por hoy mas bien prefiero quedarme tranquilo.
Lo analizaré con mayor detenimiento, y quizás afloren a mi mente otros hechos los cuales, por alguna razón aún no han vuelto a mi memoria.
- Bueno, te invito a que nos tomemos una rica taza de café o nos ponemos a ver alguna película en la televisión…
- Pase lo que pase, ya poco importa. Mi atención está fija en estos recuerdos.
No te estoy pidiendo que te pongas en mi lugar…Porque a nadie puedo ceder mis responsabilidades.
Debo afrontarlo…Solo. Por lo visto, es a mí a quién quieren. ¡…Y me tendrán!
- …Amorcito… - Insistió ella y él le respondió, alejándose…
- Mas tardes, quizás. Mas luego.
Por este momento…no.



Maracaibo; 04 de enero de 2014.

Belbaltodano.-

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