“Mí Ondina”
Belbaltodano.- Nov- 23-2.013


Me encontraba acostado sobre la arena tibia y acogedora, mi cuerpo se amoldó con total placidez. 
Pronto acudió a mí esa modorra, esa placidez.  
¡Qué delicia el poder extasiarme en mí propio ser!
Muy pocas veces he logrado esa catarsis…
Presiento que voy a millón por segundos.
¡No deseo perder esta sublime oportunidad!
¡Exijo mí propia “catarsis” Mi Purificación ya!
Es prioritario deslastrarme de ¡tantas porquerías en que me he llenado! ¡Ya basta!
¡Es imprescindible y vital para mí!
Y me dejé llevar. ¿Qué más puedo desear?
¡Estoy en mí Gloria! Mi purificación es urgente…Todas mis fibras me lo precisan…Y yo mismo la anhelo.
Acomodé mejor mi cabeza entre la arena y sentí como se diluía, produciendo en mí tan agradable sensación.
En cuestión de no sé cuánto tiempo…me encontraba en mi perfecto nido de descanso.
El cual fue hecho para mí solaz, solamente para mí deleite y en esto estoy.
Así que decidí relajarme al máximo.
Sentí cierta incomodidad en mi espalda, por lo cual me estiré con mucha parsimonia, y me pareció muy placentero el darme cuenta, que los granos de arena se amoldaban a mí comodidad, ocasionándome un perfecto relax.
Nada me incomoda. Todo está perfecto.
¡Gloría a Dios en las alturas, que yo su hijo…estoy deleitándome de sus Grandezas! ¡Gracias Padre Creador, te amo con locura!
Me siento en perfecto relax. Tranquilo. Nada me angustia.
Ahora debía buscar el acomodo a mis piernas, y en efecto eso hice.
La constante brisa marina, surtía en mí ese efecto de “atontarme”.
Sintiendo esa suave fragancia, acariciándome con toda ternura. Me siento arrullado, protegido, estoy enmantillado  y acto seguido me entra ese sueñito remolón. Me apreso y me sometí a sus designios.
Me relaja totalmente.
Así que no me resistí. Al contrario…me dejé seducir.
Y en ese estado de “vigilia” en el que no estoy consciente, pero si que me siento profundamente relajado.
Escuchando esa brisa salada.
El constante repicar de los granos de arena por todo mi cuerpo.
¡Es una delicia indescriptible!
El silencio tan espeso. Contagiante.
Aunado al bullicio de las aves que cazando forman su algarabía.
Con suma curiosidad, cierro mis ojos y trató de adivinar el origen de cada sonido.
En efecto es notoria la presencia humana.
Mis compañeros de playa. Mis amigos  siempre escandalosos.
Los oigo que cantan,  que ríen y son escandalosos.
Tratan por sobre todo el que yo no me les desperdigue.
Insisten en que esté con ellos. No entienden nada.
Creen que están disfrutando mucho mas que yo. Y no es así.
Estoy mas que seguro de esto.
Pero cada quién cree que supera al otro… ¡Su problema!
¿Yo? ¡Estoy en mí elemento, en el ambiente requerido para hoy!
¡Y no hay poder humano que me saque de “esto”! ¡No señor!
Morfeo es mas atrayente, por lo menos para mí.
Ellos no están de acuerdo conmigo. Pelean. Insisten.
Me acusan de “agua fiesta” se enojan conmigo…
¡Su problema!
Pero yo les tintineó con las llaves de “mí coche” y les hago recordar… “Ustedes vinieron conmigo, ¿Cierto?
Entonces se ofuscan y comienzan a lanzarme de todo, en señal de protesta y les concluyo con esta pregunta:
- ¿Quieren volver caminando? – Gritan desaforados:
- ¿Nooooooooooo! – A los que les concluyo:
- ¿Me van a dejar dormir?
- ¡Síííííííí! ¡Agua fiesta!  Aburrido.”
Y ya me dejaron reposar tranquilo. Y por esta razón, ya puedo concentrarme a: ¡Dormir a mis anchas!
Es temprano. Son las siete y algo de la mañana.
- ¡Hoy es mi día! Y me dedicaré a hacer todo cuánto me plazca
¡Y me apetece…roncar!  Y esto es lo que estoy tratando de hacer.
¡Qué delicia…Poder escuchar a los escandalosos pajarracos en su cacería! Estoy imaginándome y con lo fértil que es mi mente, me dejo llevar…
Los veo muy bien, se sumergen con tanta fuerza,  para emerger  en cuestión de segundos, victoriosos…con una presa en sus largos picos.
Rápidamente levantan vuelo a lo más alto.
Y allá arriba, las envidiosas y que siempre quieren aprovecharse del trabajo de los otros le intentan arrancarles por medio de intimidación a las cazadoras. Ladrones por doquier.
Siempre a la caza para robarles el fruto de su trabajo.
¡Hasta en la naturaleza se ven estos casos!
Siempre hay ladrones que están al asecho, para esquilmarles el fruto de su trabajo, del sudor de su frente, a los que se la pasan laborando y produciendo el mayor cúmulo de felicidad a los suyos.
…Pero no estoy en esta onda, hoy he decidido: ¡estar en paz!
Y de aquí no me mueven ni con la gandola más grande fuerte y poderosa que haya salido al mercado.
El ver estas escenas con la visión escondida de mi mente, me relaja.
El sol está en lo mas alto, despidiendo ese sin fin de rayos que iluminan y producen el calor y la vida tan necesaria para todos los mortales y para toda la flora, la fauna y tantas y tantas especies marinas.
Tan absorto estoy en esta faena, que de pronto es cuando caigo en  cuenta que mis compañeros de playa, ya tengo largo rato que ya no los escucho. ¿No los escucho, pero por qué?
No importa, ya que también se están relajando a su manera, pero están en eso. Es lo qué importa.
- ¡Qué bien, se apartaron los escandalosos! – Pienso y me relajo.
Por instante siento un alivio. La fragancia marina…Esa brisa…
- ¡Paz – Dulce Paz! Al fin podré dormitar a mis anchas…
¡Esto es vida! – Me digo para tranquilizarme un poco mas.
Me vuelvo a acomodar…y….
Y sigo enfocándome en tan agradable espectáculo.
El bullicio obnubila mi atención.
¡Esto es el Edén!
Mentalmente asciendo en vuelo, acompañando a tan trabajadoras aves de pesca.
- ¡Me encantan y satisfacen!
Visualizo a uno de los ladrones y me digo a mi mismo: “No me van a robar. A mí, ¡NO!”
Y con mi mirada les lanzo unos rayos láser.
Los cuales unos dan en el blanco, pero uno de ellos al parecer es mas astuto que yo y se aparta al verme que apenas le estoy lanzando mi ataque.
“¿Ah con que esta tenemos? 
Y a toda velocidad, me posesiono en otro ángulo y enfilo mi puntería con la velocidad del rayo.
Y es en esta ocasión cuando no puede esquivar mi misil…
¡Y cae en una caída libre! Veo como se desmorona.
- ¡Está lista! – Y me felicito gratamente…
…Y me apagan las luces…Acabándose mi pequeña hazaña…
Me he sumergido de una forma grata. Sin querer, queriendo….

El silencio se me hizo mucho mas espeso. Ya no estoy aquí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario