"Reflexiones al azar"


Es muy común que los candidatos a cualquier cargo de elección popular, ofrezcan el cielo con todas sus bondades, con tal de lograr saciar sus ambiciones que cada día se les hacen más y más dominantes, ciertamente se vuelven unos grandes demagogos dispuestos a empeñar hasta a su propia madre con tal de lograr sus objetivos.
Mienten y siguen mintiendo. Engañan y  falsean…ensucian todo a su paso.
Farsantes hasta en su condición de la persona en sí.
Falsifican, fingen,  inventan argucias de cualquier género con tal de destruir, eliminar, masacrar a todo aquel que ose enfrentárseles.
Se vuelven unos auténticos “Maestros” en las artes de la demagogia, el engaño, la trampa…degradando el futuro de muchos quiénes al confiar en ellos, le entregan un cheque en blanco…al otorgarles su voto.
Su mundo se ennegrece, se vuelve denso y miserable. Creándose enemigos por donde pasan. Y dejan detrás de sus pasos a muchos, millares y hasta a millones con esa sensación de vacío, de futilidad.
Mundos imperfectos siguiendo a estos “flautista de Hamelin” quiénes en su más absoluta ambición de sus muy imperfectas y sarnosas existencias, plagios de mentes oscuras, sucias y ruines…nos llevan a nosotros y a todos los que deseamos vivir en un mundo lleno de Amor y Paz, a las profundidades de sus enfermizos egos, a mundos absurdos en donde la sin razón y los odios viscerales…tienden a destruirnos, a evaporarnos, a anular en nosotros esa sed de conseguir un mundo de paz, de concordia…en fin, son nuestras anti materia, la negación de un mundo lleno progreso, de paz, de principios, etc.
¿Quién puede sentirse seguro en un mundo lleno de conflictos?
¿Acaso nosotros los hombres y mujeres de buenos principios…debemos bajar nuestra  auto estima y obedecer a estos Señores de la Guerra y de la Destrucción?
…Y qué futuro cierto tenemos con esta clase de seres, de tan baja, ruin y destructivo accionar… ¿Qué podríamos ganar con seguirlos?
¿Hasta cuándo nuestros pueblos siguen a estos sátrapas?
Mentirosos compulsivos, degradando a su paso su propia condición de seres vivos. De hijos de un Dios Grande, Fuerte y lleno de Amor.
¿Cuál podría ser el antídoto que nos libre de esta plaga?
Lumpen miserable, hediondo y altamente contaminante.
Se vuelven unos mentirosos compulsivos y mientras más hablan y hablan…puras sandeces contaminadas con su pobre y miserable espíritu.
Pronto se ven envuelto en ese sub mundo de las más bajas pasiones.
Su realidad los obnubila, los enceguece perdiendo todos sus valores humanos.
Y en esa vorágine se ven envueltos en componendas cada vez más y más profundas y sucias. Pero esa sed infinita de poder, de enriquecerse en el menor tiempo posible y hasta de pasar por encima de quién sea, los obliga cada vez más a hacer más y peores osados, perdiendo en el camino todo vestigio de  “Principio o de moral”
Y no es ni la primera, como todo parece presagiar que tampoco será la última.
Y es que esa sedienta sed de mando. De poder, los enceguece y los hace perder esa condición humana, que al parecer les es molesta.
Muchos hasta les venden su propia alma al diablo, con tal de lograr sus muy primarios deseos de poder, de una malsana sed de dominar y de destruir a todo el que se le atreva a enfrentárseles.

¿Seguiremos a estos ciegos, invidentes y ególatras al despeñadero…? 

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