Como dijo Borges, “la puerta es la que elige; no el hombre”. Estos principios no son “universales”
Frankenstein, como los técnicos y científicos de nuestro tiempo, considera que todo límite a la autonomía, a la dominación del hombre sobre la realidad, debe ser abolido.
 ¿Por qué el ser humano sigue insistiendo en dominar su entorno, cuando aún su interior lo domina?
En su lucha desenfrenada juega siempre a ser un DIOS...Cuando ni siquiera se conoce a sí mismo.
La historia es nuestro mejor testigo. Tratando en todo momento de su existencia, ha querido dominar su entorno... ¡Pero siempre fracasa!
Ha tratado de dominar a la Naturaleza...Y siempre es controlado por ella misma.
Esto es lo que significa la famosa frase de Kepler para quien lo que diferencia a Dios de los hombres es que el primero conocía desde la eternidad todos los teoremas, mientras que los segundos no los conocen todos todavía.
Ahora están algunos científicos declarando que el cerebro humano bien pudiera funcionar en el cuerpo de un robot y hasta aseguran que ya hay cerebros de ratas injertados...
¿Pero cómo puede controlar algo que todavía desconoce?
Bastante se habla de lo ignorante que somos en cuanto a nuestro propio cerebro...¿Cómo sería esto posible?


El mito de Frankenstein ilustra este sueño de dominación como ideal de la libertad humana

¿Acaso haciendo la Guerra...Construiremos al Nuevo Hombre?
¿Hasta cuándo la humanidad seguirá a los locos desenfrenados...En busca de qué?
...Dios nos agarre confesados....





  





No hay comentarios:

Publicar un comentario